El clima cálido y la exposición al sol aumentan los estímulos y el deseo. Médicos y psicólogos dicen que estar enamorado mejora la salud y la capacidad para hacerle frente al estrés. Un remedio que no se vende bajo receta.
El bienestar, la estabilidad, la certidumbre, la seguridad y la compañía que configura la pareja aumentan la resistencia frente al estrés.
El bienestar, la estabilidad, la certidumbre, la seguridad y la compañía que configura la pareja aumentan la resistencia frente al estrés.
Los días cálidos invitan a salir y
divertirse. La primavera es una de las estaciones preferidas de los poetas que
le escriben al amor. Pero, ¿la llegada de esta estación modifica el
comportamiento emocional? Lo que la ciencia sabe es que el aumento de la temperatura,
los días más largos y la exposición a la luz solar aumentan los estímulos,
especialmente los que entran por los ojos y por la nariz, influyen en el
erotismo y, previo paso por el sistema nervioso central, provocarían una mayor
predisposición a la erección y el deseo.
Estar enamorado y ser correspondido,
lo sabe cualquiera que lo haya experimentado, es un estado en el que hasta los
más escépticos sienten que todo está bien y que la felicidad es posible. Esa
sensación tiene explicaciones diversas que varían de acuerdo a la teoría desde
la que se la mire. Pero tanto la psicología, como la medicina y la neurobiología
coinciden en el diagnóstico: una persona "enamorada" es una persona
más sana que aquellas que no sienten amor, en cualquiera de sus variantes.
“Hay que diferenciar el amor del
enamoramiento, que es la etapa más fascinante, el enamorado se siente
poderoso, y está como hechizado”, explica la psicoanalista Lila Isacovich,
directora del Area Asistencial de la Fundación Buenos Aires. “El amor no sólo
es saludable, es indispensable y necesario, si no, uno cae en la melancolía y
en la depresión. Cuando por momentos el amor decae nos sentimos desgraciados.
Uno soporta la vida porque hay amor”, agrega.
Sin ansiedad
“Enamorarse es una de las condiciones
más deseadas por el ser humano. El estado de enamoramiento es uno de los más
placenteros, no es casualidad que se dedique un día al año para recordar a
San Valentín, protector de los enamorados, para que vele por el porvenir del
romance y por ese ser que ha sido buscado y encontrado en la vida”, señala la
licenciada Gabriela Martínez Castro, psicóloga y directora del Centro de
Estudios Especializados en Trastornos de Ansiedad (CEETA).
“El estado de enamoramiento debería
ser uno de los más gratificantes, el ánimo es óptimo, la creatividad se incrementa,
aumenta la motivación por el cuidado personal, incluyendo el cuidado físico,
aunque esto se pueda transformar en un problema para las personas ansiosas que
confunden los síntomas muy comunes del enamoramiento con un cuadro de
ansiedad”, advierte . Cómo distinguirlos: los síntomas del amor enriquecen la
vida, los de los trastornos de ansiedad, por el contrario, la complican e
incapacitan.
El cerebro y sus circuitos
Los efectos del amor también se ven
en las neuronas. “Hay estudios que sugieren que en el amor se activan los
sistemas de recompensa del cerebro y se desactivan los circuitos cerebrales
responsables de las emociones negativas y de la evaluación social”, aporta el
doctor Facundo Manes, director de INECO y del Instituto de Neurociencias de la
Fundación Favaloro.
“El bienestar, la estabilidad, la
certidumbre, la seguridad y la compañía que configura la pareja aumentan la
resistencia frente al estrés”, dice, por su parte, el doctor Daniel López
Rosetti, presidente de la Sociedad Argentina de Medicina del Estrés.
“El amor, en términos bursátiles, es
una buena inversión, porque la resiliencia (la capacidad de sobreponerse a
situaciones adversas) mejora en las situaciones en que las personas se sienten
queridas. Si se pudiera recetar cápsulas de amor, los médicos las indicarían”,
concluye, romántico.
La salud del vínculo
Una investigación publicada en el
Journal of Psychosomatic Medicine demuestra que los hombres casados desarrollan
menor nivel de ateroesclerosis que los solteros.
“La tranquilidad y la estabilidad
emocional disminuyen el nivel de estrés y generan menor formación de
ateroesclerosis”, explica el estudio. ¿Qué ocurre con las mujeres? “Se comprobó
que quienes desarrollan menor nivel de ateroesclerosis son aquellas que
manifestaron vivir una relación de pareja feliz. Así, se interpretó que en los
hombres importa más el status (‘estar casado’), mientras que en las mujeres es
central que sea un vínculo satisfactorio”.
Otro estudio, realizado entre más de
500 mil parejas formadas por mayores de 65 años, mostró cuánto daña la salud la
viudez: el riesgo de muerte aumentó hasta un 21% en los hombres que enviudaron
y hasta el 17% en las mujeres.
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