Sunday, September 2, 2012

ESTILO DE VIDA- La visión del éxito es todo un fracaso - URUGUAY

 

Lo mejor para el niño no es hacerlo competir por la perfección sino darle apoyo para ser creativo y saber enfrentar los problemas.
 
 
La visión actual que tenemos sobre el éxito es un fracaso. Así de tajante es Madeline Levine, doctora y psicóloga con más de 30 años de experiencia clínica en orientación y educación, cuando se refiere al concepto de éxito que los padres manejan en relación con sus hijos.
Para Levine, la idea común de éxito ha llevado a los niños y adolescentes a estar estresados, ansiosos, deprimidos y agotados, igual que sus padres. Esto, porque se cree que un alto rendimiento académico, que los hijos accedan a las mejores universidades y que logren trofeos deportivos, son sinónimo de triunfo total.
"Es una creencia profundamente arraigada en la sociedad. Hay un grupo de personas que fomentan el perfeccionismo, la competencia y el materialismo y con esa actitud efectivamente están creando una población de adolescentes talentosos, pero con problemas emocionales", dice Lavine. La educadora publicó recientemente el libro Teach your children well ("Enseñe bien a sus chicos"), que analiza la obsesión creciente de los padres por criar hijos que sean exitosos.
Aunque el éxito académico siempre será importante, se debería llamar "auténtico éxito" a que los hijos puedan tener tiempo y energía para comprometerse en el aprendizaje, desarrollar sus intereses y reforzar sus habilidades, dice Levine.
Mónica López, autora del sitio www.sanarte.cl y directora de la Sociedad Chilena de Psicología Clínica, asegura: "Un niño exitoso es el que puede valorar lo que tiene y puede lidiar con las frustraciones naturales de la vida sin amargarse por cada cosa que no le resulta".
"El trabajo de los adultos es respetar las habilidades únicas de cada uno de sus niños, ofrecer asesoramiento y perspectiva. Una infancia saludable es la base para convertirse en un adulto sano. Ningún niño puede darse el lujo de omitir la infancia", dice la psicóloga norteamericana.
El auténtico éxito de los niños y adolescentes es una motivación interna que proviene de ellos mismos, pero también necesitan estímulos externos. "No hemos podido modernizar el modelo de aprendizaje que tenemos y se ha convertido en una barrera para que los niños puedan desarrollar sus habilidades", opina Erika Castro, directora de Instituciones Familia Educa. La realización personal, agrega, es lo que hace feliz a los pequeños y eso les permite desarrollar sus valores y sus habilidades humanas y sociales.
Según el libro, las habilidades que son importantes para el "éxito auténtico" son la creatividad, el pensamiento innovador, la flexibilidad, la capacidad de recuperación como respuesta al fracaso, las habilidades comunicativas y la capacidad de colaborar.
Los padres son el principal motor del desarrollo de sus hijos. Para lograr que ellos alcancen el éxito auténtico, hay que dejar de lado la "sobreparentalidad", la sobreprotección. Para Levine es necesario "cambiar el foco protector y exigente por uno que sea una guía, que le permita al niño sentirse apoyado, amado incondicionalmente, que le permita ser curioso y desafiar su propia capacidad para que cree este conjunto de habilidades". (El Mercurio / GDA)
 

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