Médico y violinista, hace 40 años que el doctor Hugo Ardiles eligió dedicarse al yoga en movimiento, del cual es uno de sus más destacados representantes. Es un camino de sanación que armoniza y desarrolla nuestros centros de energía.
Hugo Ardiles, la limpieza energética
El yoga en movimiento como camino de sanación
23/08/12 - 14:41
"La vida alocada y vertiginosa que vivimos nos lleva a contraer nuevas enfermedades". El doctor Hugo Ardiles lo dice con calma, por eso agrega que, además de cuerpo y mente, somos energía y que buena parte de nuestra salud depende de la forma en que tratamos a nuestros centros de energía, también conocidos como chakras.Se entusiasma el médico formado como violinista que un día pudo ir detrás de su maestro Zladko Topolsky para seguir su carrera en Austria, pero que torció –en el mejor sentido- su derrotero hacia el yoga con movimiento, que aprendió del método creado por la profesora Susana Milderman.
Lo que comenzó por pura curiosidad se convirtió en una elección de vida, y el doctor Ardiles, que llegó a ser primer violín en el Cuartero de la UBA, estudió medicina, se especializó en homeopatía, fisiatría y psicoterapia, lo que le dio una formación holística para dedicarse a la limpieza, la armonización y el desarrollo de los sietes centros de energía que atraviesan nuestra columna vertebral.
Manos que ayudan
La posición del doctor Ardiles respecto de los chakras y sus órganos de influencia no es nueva. Obviamente, se conoce en el yoga y otras escuelas místicas alternativas.
Lo novedoso es que su método de sanación se basa en el yoga con movimiento, y en ello radica la mayor protección inmunológica contra las enfermedades.
Con paciencia de docente, Ardiles dice que, de abajo hacia arriba, nuestros centros de energía a lo largo de nuestra columna reflejan nuestra energía vital, conectada tanto con la tierra como con el cielo.
Intestinos, hígado, bazo, páncreas, corazón, estómago, garganta, cerebro, todo queda abarcado en el trabajo energético a partir de los movimientos que el doctor Ardiles incorpora al yoga.
Durante más de 40 años, Ardiles viene enseñando que no tenemos un cuerpo, sino siete "interpenetrados" por materia, energía, emociones, afectos, intelecto, mente creativa y el cuerpo espiritual.
El movimiento que el doctor Ardiles propone para su yoga es diferente conforme cada chakra y no se priva de la palabra, vale decir, que también se puede cantar o gritar. Su terapéutica va de lo más simple a lo más excelso: la meditación.
El uso de las propias manos, tanto en los movimientos del yoga como en los masajes sobre los distintos centros de energía, son una enorme contribución. Incluso, la disposición de las manos en las distintas meditaciones, según la zona del cuerpo material que necesite ser insuflado de energía, también difieren.
¿A qué apunta esta terapéutica? A la recuperación de la confianza del paciente en sí mismo y en sus propias energías, previo aprendizaje de cómo conseguirla.
Se podría decir que lo que el doctor Ardiles ha conseguido es perfeccionar lo que antes se conocía como expresión corporal, que sólo apuntaba al bienestar físico.
Precisamente, la gimnasia rítmico expresiva que propone Ardiles restablece la energía de las personas y las equilibra emocional y energéticamente.
Nuestras corazas
Ardiles prefiere explicarse con un fragmento de su libro “La energía en mi cuerpo”, editado por Kier: “Somos seres que hemos alcanzado un elevado desarrollo de la emocionalidad, nos hemos arreglado para que cada minuto esté cargado de vivencias emocionales, desde los momentos sublimes del arte o la música hasta los programas más vulgares de la televisión. Ese es nuestro campo de batalla. Allí es donde se generan nuestras corazas, que hemos creado para defendernos y de las que nos hicimos esclavos”. Y el creador de esas corazas es nuestro intelecto.
Desmantelarlas es una tarea paciente y, sobre todo, consciente.
Ardiles ha muerto y resucitado, para decirlo sintéticamente. Durante una enfermedad contraída en la India quedó vulnerable del corazón y durante la operación a la que fue sometido sufrió dos paros cardíacos, pero su alma los vivenció con enorme calma desprendiéndose de su cuerpo, de lo que tiene memoria.
No por sencilla de explicar la terapia aplicada por el doctor Ardiles se comprende de primera mano. Tanto lo que emitimos como lo que recibimos es energía que nos influye. De allí que, muchas veces, la gimnasia yoga que se aplica está destinada a un solo centro de energía o a dos, pero no a los siete, ya que el tratamiento requiere continuidad.
Una de sus afirmaciones favoritas: “Mi cuerpo se relaja, mi mente se aquieta”.
www.escuelahugoardiles.com.ar/
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