Las bicicletas se abren paso para aliviar el caótico tráfico de Latinoamérica
BUENOS AIRES—En varias ciudades de América Latina, región conocida por
la agresividad de sus conductores, cada vez más personas están haciendo lo impensable:
dejando a un lado sus autos y usando la bicicleta para ir al trabajo.
La capital de Argentina, un lugar donde el tráfico puede ser caótico,
está construyendo una red de ciclorrutas, con lo que se une a otras urbes
latinoamericanas que adelantan campañas para promover el uso de la bicicleta en
una apuesta por aliviar las congestiones de tráfico y mejorar la calidad de
vida.
Durante los últimos tres años, Buenos Aires ha construido 77 kilómetros
de ciclorrutas bajo el programa "Mejor en bici", frente a
prácticamente cero kilómetros en 2009.
Para 2013, la ciudad espera tener 130 kilómetros de vías para
bicicletas. Funcionarios municipales calculan que unas 36.000 personas, o 2% de
los ciudadanos, van a sus trabajos en bicicleta a diario. "Pensaban que estábamos
locos, pero ahora la gente está empezando a ver el cambio", dijo Guillermo
Dietrich, subsecretario de transporte de la capital.
Hace poco, Ciudad de México anunció que estaba triplicando el tamaño de
su exitoso programa Ecobici a 4.000 bicicletas. La ciudad les cobra a los
usuarios una cuota anual de US$30 para usar las bicicletas que pueden ser
dejadas en cerca de 275 estaciones.
El cambio es notable en una región donde los conductores a menudo imitan
a sus héroes de la Fórmula 1, como el brasileño Ayrton Senna y el colombiano
Juan Pablo Montoya, y donde la aplicación de las normas de tránsito es laxa. Se
estima que unos 1.600 peatones murieron en 2010 sólo en México, de acuerdo con
estadísticas del gobierno.
Muchos ridiculizaron los programas de bicicletas cuando fueron
introducidos y los escépticos se burlaron de la idea de que una práctica que es
común en ciudades como París pudiera ser replicada en las calles agrietadas de
las urbes latinoamericanas.
De hecho, los valientes ciclistas enfrentan una serie de obstáculos
además de los conductores agresivos. Los ladrones son dados a robar bicicletas
estacionadas y en Argentina, que ha impuesto un control a las importaciones,
una bicicleta puede costar tres veces más que en Estados Unidos.
A diferencia de los carriles exclusivos para bicicletas en ciudades como
Londres, que tienen apenas una línea pintada que los diferencia, las
ciclorrutas en Buenos Aires y Ciudad de México emplean barreras de concreto
para proteger a los ciclistas.
E incluso, esa medida a veces no basta. Una revista mexicana publicó
recientemente un artículo sobre al menos cinco casos de ciclistas que murieron
atropellados. En varias instancias, el conductor simplemente ignoró el carril
de las bicicletas.
Colombia y Chile son los líderes de las ciclorrutas. Bogotá tiene 344
kilómetros de vías para bicicletas que son usadas por 285.000 ciclistas al día,
según la alcaldía. En Santiago de Chile, el gobierno ha prometido completar 690
kilómetros de ciclorrutas para fines de 2012.
La iniciativa de Buenos Aires tuvo una ayuda inicial de David Byrne del
grupo de rock Talking Heads. Byrne escribió Bicycle Diaries —en un homenaje a
la biografía del Che Guevara titulada Diarios de motocicleta— sobre su experiencia
montando bicicleta en ciudades alrededor del mundo.
Otro factor que ayudó a la causa fue un reportaje del diario La Nación
que resaltó que atravesar la ciudad en bicicleta tomaba la mitad del tiempo que
en auto.
Para ayudar a reducir el robo de bicicletas, el consejo de Buenos Aires
obligó a los estacionamientos del centro de la ciudad a aceptar bicicletas a un
precio más bajo. Muchos aún se quejan por la norma, pero la mayoría ya aceptan
clientes con bicicletas.
—Laurence Illiff, en Ciudad de México, contribuyó a este artículo
No comments:
Post a Comment