Australia creará la mayor red de reservas marinas del mundo
Abarcará unos 3,1 millones de kilómetros cuadrados, más de un tercio del océano que rodea al país-continente
El Gobierno australiano creará la red de reservas marinas más grande del mundo y limitará la explotación de hidrocarburos y la pesca en áreas sensibles para contribuir a la protección de los océanos. Las reservas pasarán de ser 27 a 60 y la red abarcará unos 3,1 millones de kilómetros cuadrados, más de un tercio del océano que rodea al país-continente. "Es hora de que el mundo dé un giro en la protección de nuestros océanos", ha clamado hoy el ministro de Medio Ambiente, Tony Burke, al destacar que "Australia liderará el rumbo" en favor de una gestión más responsable de las áreas marinas y sus recursos.
El ministro ha subrayado que muchos países insulares del Pacífico están preocupados por el impacto de las actividades de extracción de minerales u otros recursos en los océanos, por lo que la medida no responde solamente a la necesidad de "proteger el medio ambiente", sino que está vinculada también a la seguridad alimentaria.
En virtud de este plan, que deberá ser sometido a un proceso de consulta final antes de su implementación, se ampliará la protección de animales como las ballenas, las tortugas y otras especies amenazadas, incluidos el tiburón nodriza gris y el dugongo (mamífero marino pariente del manatí). También se limitará la explotación de gas y petróleo, una actividad que representa el motor de la economía australiana, y se aumentará la protección de los arrecifes en el Mar de Coral, frente a las costas de Queensland, donde habitan las tortugas verdes.
La iniciativa, anunciada a pocos días de la Cumbre de la Tierra Río+20, abre la posibilidad de que la industria pesquera reclame en indemnizaciones alrededor de unos 99,7 millones de dólares (79,2 millones de euros). Según el Ejecutivo de Camberra, la medida afectará solo a un 1% de la pesca comercial en el país. El sector pesquero ha advertido de que el aumento de las zonas protegidas supondrá un mayor volumen de importación de pescado en detrimento de la industria local. Pero pese a que hay "muchos intereses en juego", Australia tiene la "responsabilidad" como país de liderar las iniciativas mundiales para proteger los océanos, ha afirmado Burke.
El representante de la Fundación Australiana para la Conservación, Chris Smyth, ha expresado su satisfacción por la medida, aunque ha resaltado que el área protegida no será tan extensa como les hubiera gustado. "Hay muchos intereses implicados, el de la industria del petróleo y del gas, el de los pescadores comerciales y aficionados, así como el de los grupos ecologistas", ha señalado a la emisora australiana ABC.
Entre las nuevas reservas marinas anunciadas por el ministro se incluyen el Cañón Perth, en el suroeste del país, "que es más grande que el Gran Cañón", aunque "la joya de la corona" será el Mar de Coral, en el noreste australiano. La zona del Mar de Coral y la aledaña Gran Barrera de Coral representan la reserva marina más grande del mundo, ha precisado el ministro.
El director de la Sociedad Australiana de Conservación Marina, Darren Kindleysides, ha indicado que en el Mar de Coral no podrán llevarse a cabo actividades como la exploración de gas y petróleo, la minería en el lecho marino y la pesca de arrastre. El Mar de Coral "tiene una larga cadena de atolones de corales que son importantes para las diversas especies de peces y tiburones", ha destacado Kindleysides, quien ha recordado que las reservas marinas ayudan a proteger la vida salvaje y la biodiversidad.
La creación de reservas marinas supone el máximo nivel de protección y excluye actividades extractivas, aunque el tránsito de barcos, el turismo y actividades recreativas como el submarinismo están permitidos. En 2010, la décima Conferencia de las Partes de la Convención de Diversidad Biológica, celebrada en Nagoya (Japón), acordó que el 10% de la superficie marina mundial debería estar protegida en 2020.
El ministro ha subrayado que muchos países insulares del Pacífico están preocupados por el impacto de las actividades de extracción de minerales u otros recursos en los océanos, por lo que la medida no responde solamente a la necesidad de "proteger el medio ambiente", sino que está vinculada también a la seguridad alimentaria.
En virtud de este plan, que deberá ser sometido a un proceso de consulta final antes de su implementación, se ampliará la protección de animales como las ballenas, las tortugas y otras especies amenazadas, incluidos el tiburón nodriza gris y el dugongo (mamífero marino pariente del manatí). También se limitará la explotación de gas y petróleo, una actividad que representa el motor de la economía australiana, y se aumentará la protección de los arrecifes en el Mar de Coral, frente a las costas de Queensland, donde habitan las tortugas verdes.
La iniciativa, anunciada a pocos días de la Cumbre de la Tierra Río+20, abre la posibilidad de que la industria pesquera reclame en indemnizaciones alrededor de unos 99,7 millones de dólares (79,2 millones de euros). Según el Ejecutivo de Camberra, la medida afectará solo a un 1% de la pesca comercial en el país. El sector pesquero ha advertido de que el aumento de las zonas protegidas supondrá un mayor volumen de importación de pescado en detrimento de la industria local. Pero pese a que hay "muchos intereses en juego", Australia tiene la "responsabilidad" como país de liderar las iniciativas mundiales para proteger los océanos, ha afirmado Burke.
El representante de la Fundación Australiana para la Conservación, Chris Smyth, ha expresado su satisfacción por la medida, aunque ha resaltado que el área protegida no será tan extensa como les hubiera gustado. "Hay muchos intereses implicados, el de la industria del petróleo y del gas, el de los pescadores comerciales y aficionados, así como el de los grupos ecologistas", ha señalado a la emisora australiana ABC.
Entre las nuevas reservas marinas anunciadas por el ministro se incluyen el Cañón Perth, en el suroeste del país, "que es más grande que el Gran Cañón", aunque "la joya de la corona" será el Mar de Coral, en el noreste australiano. La zona del Mar de Coral y la aledaña Gran Barrera de Coral representan la reserva marina más grande del mundo, ha precisado el ministro.
El director de la Sociedad Australiana de Conservación Marina, Darren Kindleysides, ha indicado que en el Mar de Coral no podrán llevarse a cabo actividades como la exploración de gas y petróleo, la minería en el lecho marino y la pesca de arrastre. El Mar de Coral "tiene una larga cadena de atolones de corales que son importantes para las diversas especies de peces y tiburones", ha destacado Kindleysides, quien ha recordado que las reservas marinas ayudan a proteger la vida salvaje y la biodiversidad.
La creación de reservas marinas supone el máximo nivel de protección y excluye actividades extractivas, aunque el tránsito de barcos, el turismo y actividades recreativas como el submarinismo están permitidos. En 2010, la décima Conferencia de las Partes de la Convención de Diversidad Biológica, celebrada en Nagoya (Japón), acordó que el 10% de la superficie marina mundial debería estar protegida en 2020.
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