Sídney se sumió en la oscuridad este sábado
por la noche con motivo de la campaña "La hora del planeta" contra el
cambio climático, marcando el inicio de un evento que dará la vuelta al mundo.
Los organizadores de este evento esperan
que cientos de millones de personas a través de más de 150 países apaguen las
luces durante 60 minutos el sábado por la noche -a las 20.30 en hora local- en
una muestra simbólica de apoyo para el planeta.
En Uruguay, el director general de la
Presidencia, Diego Pastorín, informó que el Poder Ejecutivo adhiere a la campaña
mundial por lo que las luces de la Torre Ejecutiva permanecerán apagadas desde
las 20:30 hasta las 21:30 de este sábado.
La Secretaría de Comunicación de
Presidencia informó además que en 2012 UTE adhirió a la iniciativa y que
durante esa hora se ahorraron diez megavatios, el equivalente a diez estadios
Centenario iluminados a pleno.
MÁS LUCES APAGADAS. Quedarán a oscuras el
edificio del Kremlin de Moscú, la puerta de Brandeburgo de Berlín, las
cataratas del Niágara, las murallas de Dubrovnik (Croacia), el estadio olímpico
de Pekín, la antigua ciudadela de Erbil en Kurdistán, las plazas Al Jundi y
Palestina de Gaza, la Sirenita de Copenhague, la alhambra de Granada y la
Puerta de Alcalá de Madrid, entre muchos otros edificios emblemáticos.
La ciudad de Sídney apagó sus luces a las
6.30 horas en medio de una salva de aplausos de una pequeña multitud que se
reunió para admirar el sombrío horizonte y el halo verde que rodeaba a la ópera
de Sídney, como símbolo de las energías renovables.
"Es muy emocionante", dijo
Jessica Bellamy, una habitante de Sídney. "Ha sido una noche muy
inspiradora porque se trata de esperanza y cambio".
El año pasado más de 150 países
participaron en lo que es la mayor manifestación ecologista del mundo, y este
año el movimiento sedujo a países como Palestina, Túnez, Surinam y Ruanda.
En Australia, donde se originó esta
campaña lanzada por la organización Fondo Mundial por la Naturaleza (WWF), la
ópera de Sídney y el puente de la bahía de Sídney fueron uno de los primeros
monumentos a nivel mundial en apagar sus luces.
"Lo que comenzó como un evento en
Sídney en 2007 con dos millones de personas, se ha convertido en una tradición
en todo el país y en todo el mundo", dijo Dermot O´Gorman, director de WWF
en Australia.
"Creo que el poder de la ´Hora del
Planeta´ reside en su capacidad de conectar a las personas y conectarlas a un
tema que realmente les importa, como es el medio ambiente", expuso
O´Gorman mientras que la ciudad estaba sumida en la oscuridad.
"La ´Hora del Planeta´ es una
muestra de que hay millones de personas alrededor del mundo que quieren
movilizarse", añadió.
Mientras admiraba el espectáculo de
personas cenando a la luz de las velas y de emblemáticos edificios sumergidos
en la obscuridad, O´Gorman opinó que la "Hora del Planeta" ha jugado
un papel importante en la concientización del uso de energía.
"La ´Hora del Planeta´ siempre ha
sido acerca de hacer caer en cuenta a las personas de que todos tenemos el
poder de cambiar el mundo en el que vivimos", dijo O´Gorman.
La extinción de las luces en los
monumentos más representativos de Sídney será imitada por países de todo el
mundo, con las Torres Petronas en Malasia, el estadio Nido de Pájaro en Pekín,
y el Burj Khalifa en Dubai.
En China, el famoso Bund de Shanghai
apagará sus luces, mientras que en la ciudad central de Wuhan, el puente del
río Yangtze se sumergirá en la oscuridad.
En Japón, las iluminaciones de la Torre
de Tokio serán apagadas y los visitantes podrán pedalear en bicicletas para
generar energía iluminando así una obra de arte en forma de huevo.
El horizonte de la próspera ciudad de
Singapur se oscurecerá durante una hora, cuando más de 100 edificios, que
participan en el evento, apaguen sus luces.