Pediatría. Expertos demuestran que no nacen con el cerebro
"en blanco"
Los bebés tienen una vida mental secreta.
Cada vez son más los estudios que sugieren que son capaces de conceptualizar,
explorar, imaginar y distinguir vocablos e idiomas. Y lo más sorprendente es
que lo hacen desde que nacen.
En el siglo XVII, el filósofo inglés John
Locke pensaba que el cerebro de los bebés era una pizarra en blanco y que las
destrezas que caracterizan a los humanos se adquirían con posterioridad.
Recientes investigaciones destierran
aquella idea y prueban la existencia de capacidades innatas. Los bebés son más
inteligentes de lo que se pensaba: llegan equipados con la capacidad de
desarrollar pensamiento abstracto o conceptos como la causalidad, de atribuir
intencionalidad, de comprender una matemática y una geometría rudimentarias, y
hasta de distinguir fonemas.
"Este es uno de los más grandes
cambios de paradigma de la ciencia contemporánea", dice Mariano Sigman,
director del Laboratorio de Neurociencia Integrativa de la Facultad de Ciencias
Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires (UBA).
Claro, averiguar qué está pasando en la
cabecita de esas irresistibles criaturitas no es sencillo. Como es imposible
preguntarles, los investigadores utilizan herramientas co-mo la
"permanencia de la mirada" (los bebés miran durante más tiempo lo que
les interesa) o registros del ritmo de succión del chupete y de la actividad
eléctrica del cerebro.
LENGUAJE.
Uno de los pioneros en este campo de
investigación, Jacques Mehler, mostró que al nacer ya existen ciertos procesos
perceptivos que funcionan con especificidad hacia el lenguaje. Por ejemplo, los
bebés distinguen si se les habla en su lengua natural o con frases invertidas.
Reaccionan distinto.
"Uno de los experimentos
clásicos", explica Sigman desde la UBA, "es pasarles una grabación
con voces en castellano que de repente empiezan a hablar en japonés.
Típicamente se ve que los bebés se sorprenden mucho".
Sigman descubrió algo notable: a los tres
meses, cuando se les habla, en el cerebro de los bebés se activa el área de
Broca. "Como es la región vinculada con la producción del lenguaje,
nuestra hipótesis es que aunque no esté hablando, el bebé ya lo está
produciendo internamente".
La investigadora chilena Marcela Peña
Garay, de la Pontificia Universidad Católica de Santiago de Chile, está entre
los que sostienen que los bebés vienen equipados con un aparato cognitivo que
les permite identificar características importantes para la especie.
"Por ejemplo", ilustra,
"aunque un bebé viva con un perro no aprende a ladrar, y por más que
escuche el timbre del celular no reproduce estos sonidos sino el lenguaje de
sus padres o cuidadores".
CON POCOS DÍAS.
En otro trabajo publicado en Proceedings
of the National Academy of Sciences, la científica francesa Veronique Izard
pudo comprobar, en recién nacidos de dos días, que estos discriminan la
cantidad de sonidos que escuchan y los asocian con la misma cantidad de
elementos presentes en una imagen.
"Se les hacía escuchar AAAA y se les
mostraban cartones con cuatro u ocho figuras de colores", relata.
"Los bebés miraban durante más tiempo la imagen con una cantidad de
figuras que coincidía con el número de sonidos que habían escuchado."
Otro indicio de que ya vienen equipados
con los rudimentos de la matemática surge de un experimento que consiste en
agregar tres pelotitas en una caja en la que ya hay dos. Si en lugar de cinco
aparecen ocho, los bebés se sorprenden.
Peña y su equipo observaron también las
reacciones de un grupo de bebés de entre dos y cuatro días de vida mientras
distintos locutores repetían la sílaba BA. Usando electroencefalograma y
potenciales evocados (es decir, el registro de las modificaciones producidas en
el sistema nervioso del niño en respuesta a una estimulación), pudieron
constatar que reconocían la sílaba aunque las voces de la cinta cambiaran.
John Ohala, de la Universidad de
California en Berkeley, propone que hay una tendencia a asociar las vocales
abiertas con los objetos grandes y las cerradas con los pequeños.
"Nosotros hicimos escuchar a los bebés palabras con i -vocal cerrada- y con
a -vocal abierta-, mientras les mostrábamos un objeto pequeño y uno
grande", cuenta Peña. Efectivamente, miraban más hacia el objeto pequeño
cuando la vocal era i y hacia el grande cuando era a ".
Según Sigman, los antiguos dogmas
"fueron demolidos experimentalmente". "Como afirma una
científica de la Universidad de Berkeley, los bebés son pequeños científicos:
son expertos en sacar mucho de muy poco".
LO QUE SÍ NACEN SABIENDO
Empáticos desde chicos
A las pocas horas de vida extrauterina
los bebés se ponen a llorar si escuchan una grabación con llantos de otros
bebés. También se sorprenden si vienen oyendo hablar en la lengua de su
entorno, por ejemplo el castellano, y de un momento para otro alguien habla en
otro idioma.
Capacidad matemática
Si se les hace escuchar 4 sílabas y luego
les muestran imágenes prefieren las que tienen la misma cantidad.
Con claves geométricas
Los bebés pueden estimar cantidades y
distinguir entre más y menos. Además usan claves geométricas para orientarse en
el espacio tridimensional.
"Hablan" pero no lo expresan
Los científicos demostraron que aunque
los pequeños no lo expresen en voz alta, desarrollan el lenguaje en su cerebro.
Lo demostraron con estudios que miden la actividad del cerebro después de los
tres meses.
Si escuchan AAAA y les muestran cartones,
los bebés fijan más la vista en las imágenes que tienen 4 objetos."
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